Si bien un accidente automovilístico ocurre en una fracción de segundo, el resultado puede afectar a las víctimas de por vida. Las víctimas de accidentes automovilísticos a menudo sufren diversos grados de lesiones por colisiones graves. Un ejemplo de una lesión grave por un choque es el daño a los nervios.
Hay más de 100 tipos de daño a los nervios, que van desde leves a severos. A pesar del nivel de gravedad, casi siempre puede resultar en gastos médicos abrumadores y dolor y sufrimiento. Entonces, ya sea que haya sufrido un pinzamiento de un nervio o una radiculopatía, merece justicia.
¿Qué son las lesiones por daño nervioso?
Los nervios son una parte esencial de nuestro sistema nervioso. Comprometen una amplia red involucrada en todas las funciones de su cuerpo. Los nervios son responsables de miles de funciones, desde regular la respiración hasta controlar los músculos y la percepción de la temperatura.
Los tres tipos diferentes de nervios en nuestro cuerpo son:
- Nervios autónomos: estos nervios controlan nuestras actividades involuntarias y parcialmente voluntarias. Los ejemplos incluyen la regulación de la temperatura corporal, la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Nervios motores: los nervios motores controlan el movimiento enviando señales desde el cerebro y la médula espinal a los músculos.
- Nervios sensoriales: los nervios sensoriales controlan el dolor y otras sensaciones. Transmiten información desde la piel y los músculos hasta el cerebro y la médula espinal.
Cuando experimentamos un trauma que estira, comprime, aplasta o pellizca un nervio, el resultado es un daño en el nervio. Tales lesiones pueden interferir con nuestra capacidad para funcionar correctamente o ejecutar actividades diarias. Cualquier daño a los nervios puede reducir significativamente su calidad de vida si causa dolor, malestar o interfiere con su capacidad de vivir normalmente.
Grados de lesiones por daño nervioso
El daño nervioso se refiere a una amplia categoría de lesiones nerviosas. Prácticamente cualquier tipo de trauma puede afectar los nervios. Para los casos de lesiones personales, la forma más fácil de cuantificar el daño a los nervios es por el nivel de gravedad de la lesión.
Los tres niveles de gravedad del daño nervioso son los siguientes:
1. Neurapraxia: el nivel más bajo de lesión nerviosa es la neuropraxia. Es una lesión en los nervios periféricos. Dado que es una lesión nerviosa leve, por lo general puede curarse por sí sola con descanso y tiempo.
2. Axonotmesis: este es un grupo de lesiones nerviosas más graves. Tus nervios se estiran y se dañan. El resultado es una parálisis a largo plazo o permanente de ciertas funciones sensoriales y motoras.
3. Neurotmesis: el tipo más grave de lesión por daño nervioso. Esto es cuando el nervio se corta por completo. El resultado es un daño permanente.
El grado de gravedad del daño nervioso que experimente afectará sus síntomas, dolor y tiempo de recuperación.
Síntomas de una lesión por daño nervioso
Hay más de 100 tipos diferentes de daño a los nervios. Además, diferentes tipos de daño a los nervios producirán varios síntomas.
Si tiene daño en los nervios autónomos, puede experimentar estos síntomas:
- Una incapacidad para sentir dolor en el pecho.
- Hiperhidrosis or anhidrosis
- Mareo
- Ojos secos
- Boca seca
- Estreñimiento
- Problemas de la vejiga
- Disfunción sexual
El daño a los nervios motores podría producir síntomas como:
- Debilidad
- Atrofia muscular
- Contracciones nerviosas
- Parálisis
El daño a los nervios sensoriales puede presentar síntomas como:
- Dolor
- Sensibilidad al tacto
- Entumecimiento
- Sensaciones de hormigueo
- Quemazón
- Falta de conciencia posicional.
A veces, las personas pueden tener síntomas que indican múltiples tipos de daño nervioso. Por ejemplo, puede experimentar dolor y debilidad en las piernas con mareos al mismo tiempo.
Causas del daño nervioso después de un accidente automovilístico
La fuerza de un impacto durante una colisión de automóvil puede causar daños en prácticamente cualquier parte de su cuerpo. Los accidentes automovilísticos también pueden causar daño a los nervios.
Cuando los cuerpos de las víctimas de accidentes son arrojados contra el volante, el tablero, la puerta o el parabrisas del vehículo, pueden sufrir lesiones graves. A veces, una persona sufre una lesión diferente que causa un daño nervioso secundario, como una lesión ósea.
Los conductores y pasajeros a menudo experimentan daños en los nervios de los brazos, las piernas, los pies, los hombros, las manos y la cara. La ubicación del daño dependerá de cómo sufrieron las lesiones.
Aquí hay algunas lesiones comunes de accidentes automovilísticos que causan daño a los nervios:
Daño a los nervios por lesiones en la espalda
Las lesiones de espalda y el daño a los nervios se encuentran entre los dúos de accidentes automovilísticos más comunes. El daño a la médula espinal puede causar daño profundo a los nervios.
La columna vertebral comprende pequeños huesos, tejidos, músculos, ligamentos, tendones y nervios. Los huesos y los tejidos blandos protegen la médula espinal.
Los nervios de la médula espinal transmiten mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo. Durante un accidente, la fuerza de un impacto puede causar lesiones en las delicadas partes de la columna. El resultado puede ser daño a los nervios circundantes. Por ejemplo, un disco abultado o herniado puede causar un pinzamiento de un nervio.
Un trauma severo en la espalda puede causar daño a la médula espinal, lo que puede causar daño permanente. Los daños pueden variar desde parálisis hasta incontinencia, u otras condiciones crónicas.
Daño a los nervios por lesiones en el cuello
Cuando ocurre un choque, la cabeza de una persona puede moverse rápidamente de un lado a otro, causando un latigazo cervical. El latigazo cervical es un tipo de esguince de cuello causado cuando el tejido blando del cuello se estira o se desgarra. El movimiento espasmódico contundente de la cabeza y el cuello que causa el latigazo cervical también puede causar daño a los nervios. Si el latigazo cervical es lo suficientemente fuerte, puede causar un dolor lesión en el hombro.
Daño nervioso por traumatismo por fuerza contundente
La fuerza contundente o el trauma no penetrante es una lesión por un impacto contundente, como una colisión automovilística. Por ejemplo, golpearse contra una superficie dura como la puerta o el tablero en un accidente automovilístico causará un traumatismo por fuerza contundente: uno de los traumatismos por fuerza contundente más graves se produce cuando un pasajero es expulsado del automóvil.
Golpear la cabeza u otras extremidades con tanta fuerza contra una superficie puede comprimir los nervios en esa área. Por ejemplo, un golpe en la cabeza podría causar hinchazón y comprimir los nervios craneales, lo que provocaría una lesión cerebral traumática (TBI).
Daño a los nervios por laceraciones
A veces, las víctimas de accidentes automovilísticos sufren laceraciones. Las laceraciones son cualquier corte en la piel con bordes irregulares. Una laceración profunda puede cortar los nervios en esa área y causar daño a los nervios.
Las avulsiones son una forma grave de laceración y son el resultado de un objeto afilado que corta la piel en ángulo. Las avulsiones suelen ser cortes profundos en los que la piel forma un colgajo alrededor de la punción. Además, las avulsiones suelen implicar la separación de un hueso de un tendón o ligamento. Esta separación puede conducir a un daño nervioso agudo.
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